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O investigador da UDC, Armand Hernández, explica os motivos polos que a actividade humana inflúe no Cambio Climático e ve crucial a inversión en coñecemento para mitigar o quecemento global

Co gallo do Día Internacional contra o Cambio Climático (24 de outubro) o investigador da Universidade da Coruña, Armand Hernández, explica neste artigo os motivos polos que a actividade humana está a contribuír ao quecemento global. Así mesmo, considera que investir en ciencia, novas tecnoloxías e infraestruturas será crucial para mitigar os efectos do Cambio Climático..

Cambio Climático: ciencia y sociedad

Armand Hernández
Investigador Ramón y Cajal. Grupo GRICA. CICA & Facultade de Ciencias Universidade da Coruña

En septiembre de 2023 fuimos testigos de un calor sin precedentes. Fue el septiembre más cálido registrado en los 174 años de datos de registros de temperatura a nivel global, con una temperatura global 1.44°C por encima del promedio del siglo XX. Esta cifra superó en 0.46°C el récord anterior establecido en septiembre de 2020 y representó la anomalía (valor medio a lo largo del periodo de estudio) de temperatura global mensual más alta jamás registrada. Además, la temperatura de la superficie terrestre, desde enero hasta septiembre, también estableció un nuevo récord como el período más cálido registrado hasta la fecha. Y esto no es todo, si miramos hacia el futuro y basándonos en los datos disponibles hasta septiembre, se puede predecir con una probabilidad superior al 99% que el año 2023 pasará a la historia como el año más cálido desde que se tienen datos instrumentales (mediados del s. XIX)1.

Este calor anormalmente elevado se dio en todos los continentes, siendo el septiembre más cálido registrado en América, Europa, África y la Antártida, el segundo en Asia y el tercero en Oceanía. También es importante destacar que las temperaturas de la superficie del océano a nivel global alcanzaron máximos históricos por sexto mes consecutivo, siendo agosto y septiembre los meses con la anomalía más alta (+1.03°C) registrada en el período instrumental2.

Pero ¿nos encontramos dentro de la variabilidad natural del clima en el sistema terrestre o podemos decir que los seres humanos estamos causando este calentamiento global?

En primer lugar, es necesario aclarar ciertos puntos que a menudo generan controversia fuera de la comunidad científica encargada de estudiar las alteraciones climáticas. Basándonos en datos científicos contrastados y desde una perspectiva geológica se puede afirmar que:

  • El estudio detallado (a escalas que van desde millones a miles de años) de los cambios climáticos del pasado demuestra que los cambios naturales en la concentración atmosférica de gases de efecto invernadero han sido (y siguen siendo) decisivos en el control de la intensidad de las variaciones de temperatura a nivel global.
  • Los ciclos glaciares-interglaciares del periodo Cuaternario (los últimos 2.4 millones de años) fueron el resultado de cambios en la insolación recibida por el planeta debido a movimientos orbitales. Sin embargo, los trabajos científicos publicados hasta la fecha demuestran que estos cambios de insolación no pueden explicar por completo la magnitud de los ciclos glaciares-Interglaciares. Así, sabemos que dichos ciclos fueron también causados por cambios en la propia variabilidad interna del sistema climático, en los que intervinieron de forma destacada los gases de efecto invernadero de origen natural3.
  • A pesar de lo anterior, el registro paleoclimático (Cuaternario) basado en indicadores obtenidos de testigos naturales, como los sedimentos marinos y lacustres, las masas de hielo permanentes y los espeleotemas (estalactitas o estalagmitas de cuevas), entre otros, demuestra que el aumento en la concentración de gases de efecto invernadero acumulados en la atmósfera durante el último siglo no es atribuible a causas naturales4. Su magnitud, sin precedentes en los últimos 4 millones de años, es más que suficiente para desestabilizar el clima del planeta y, lo más preocupante, su velocidad no tiene análogo conocido en el registro geológico.
  • Los cambios naturales (actividad solar, vulcanismo…) ocurridos en las últimas décadas no bastan para explicar ni siquiera el 2% del calentamiento global ya observado y medido.

De este modo, lo que podemos decir sin miedo a equivocarnos es que la actividad humana está contribuyendo significativamente al calentamiento global al elevar la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Entre la comunidad científica que estudia el clima actual y del pasado existe un consenso sin precedentes en que este aumento en los gases de efecto invernadero es el principal responsable del aumento de 1°C en las temperaturas promedio globales desde finales del siglo XIX. Aunque esta cantidad parezca muy pequeña, debemos pensar que la temperatura media global de la Tierra es de aproximadamente 15°C. Estos gases incluyen dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (NO), ozono (O3) y varios gases clorofluorocarbonados, todos ellos liberados hacia la atmósfera por actividades humanas.

Los cambios naturales (actividad solar, vulcanismo…) ocurridos en las últimas décadas no son suficientes para explicar ni siquiera el 2% del calentamiento global ya observado y medido. Podemos decir sin miedo a equivocarnos que la actividad humana está contribuyendo significativamente al calentamiento global

De este modo, lo que podemos decir sin miedo a equivocarnos es que la actividad humana está contribuyendo significativamente al calentamiento global al elevar la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Entre la comunidad científica que estudia el clima actual y del pasado existe un consenso sin precedentes en que este aumento en los gases de efecto invernadero es el principal responsable del aumento de 1°C en las temperaturas promedio globales desde finales del siglo XIX. Aunque esta cantidad parezca muy pequeña, debemos pensar que la temperatura media global de la Tierra es de aproximadamente 15°C. Estos gases incluyen dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (NO), ozono (O3) y varios gases clorofluorocarbonados, todos ellos liberados hacia la atmósfera por actividades humanas.

En la actualidad, las actividades humanas están liberando aproximadamente 9500 millones de toneladas de carbono a la atmósfera anualmente a través de la combustión de combustibles fósiles, además de otros 1500 millones de toneladas de carbono atribuibles a la deforestación y cambios en los usos del suelo. De este carbono producido por el ser humano, aproximadamente 3200 millones de toneladas son absorbidas por bosques y vegetación cada año, mientras que el océano absorbe alrededor de 2500 millones de toneladas al año. Esto resulta en un aumento neto de 5000 millones de toneladas de carbono producido por el ser humano en la atmósfera cada año, lo que lleva a un aumento en las concentraciones globales de CO2 de aproximadamente 2.3 partes por millón por año. Desde 1750, los seres humanos hemos elevado los niveles atmosféricos de CO2 en casi un 50%5. Por lo tanto, y aunque existan gases de efecto invernadero (CH4 o vapor de agua, H2O) con mayor potencial para almacenar calor, la capacidad de calentamiento de estos valores de CO2 superan con creces el potencial del CH4 y vapor de agua, H2O.

Por otra parte, aunque tengamos una percepción diferente, debemos tener muy presente que el cambio climático inducido por el ser humano no es una preocupación distante en el futuro; es un proceso en curso con impactos en tiempo real en ecosistemas y comunidades en todo el mundo. Así, lo que conocemos como cambio climático actual abarca mucho más que solo el aumento de la temperatura (calentamiento global). Algunos de los cambios que ya se están registrando son1:

  • El citado aumento de aproximadamente 1°C desde 1901 hasta 2020.
  • El aumento del nivel del mar ha pasado de 1.7 mm/año durante la mayor parte del siglo XX a 3.2 mm/año desde 1993.
  • Los glaciares se están reduciendo; el grosor promedio de algunos de los glaciares mejor estudiados ha disminuido en más de 18 metros desde 1980.
  • La superficie cubierta por hielo marino en el Ártico al final del verano ha disminuido aproximadamente un 40% desde 1979.
  • La concentración de CO2 en la atmósfera ha aumentado un 25% desde 1958 y aproximadamente un 40% desde el comienzo de la Revolución Industrial a mediados del siglo XIX.
  • La nieve se derrite antes en comparación con los promedios a largo plazo.

Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero requiere inversiones en ciencia, nuevas tecnologías e infraestructuras. En otras palabras, la inversión en generación de conocimiento ayudará a mitigar los impactos del cambio climático, salvando vidas y amortiguando los efectos económicos relacionados con dichos impactos

Todos estos cambios afectan aspectos cruciales de nuestras vidas, incluyendo a los recursos hídricos, la energía, el transporte, la agricultura, los ecosistemas y la salud humana. Se puede decir que abordar el cambio climático desde la perspectiva humana es un desafío complejo, ya que afecta a diversos sectores de la sociedad de manera interconectada. Las sequías pueden perjudicar la producción de alimentos y la salud de los seres humanos, mientras que las inundaciones pueden dañar ecosistemas e infraestructuras. Los problemas de salud resultantes de ambos fenómenos extremos pueden aumentar las tasas de mortalidad. Sin embargo, es importante resaltar que, aunque el cambio climático afecta a todos los aspectos de nuestro mundo, sus efectos se distribuyen de manera desigual. Las disparidades socioeconómicas pueden hacer que aquellos que tienen menos recursos para protegerse sean aún más vulnerables.

A pesar de todo, también hay que resaltar que incluso ante esta adversidad debe haber esperanza. Si se toma conciencia de los problemas y se sigue apostando por la investigación se pueden mitigar los efectos más graves del cambio climático limitando el calentamiento global alcanzando el nivel cero de emisiones lo más rápidamente posible. Por lo tanto, hay que tener claro que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero requiere inversiones en ciencia, nuevas tecnologías e infraestructuras.

En otras palabras, la inversión en generación de conocimiento ayudará a mitigar los impactos del cambio climático, salvando vidas y amortiguando los efectos económicos relacionados con dichos impactos.

Referencias

1https://www.noaa.gov/

2https://www.climate.gov/news-features/climate-qa/are-humans-causing-or-contributing-global-warming

3Uemura, R., Motoyama, H., Masson-Delmotte, V., Jouzel, J., Kawamura, K., Goto-Azuma, K., … & Fujii, Y. (2018). Asynchrony between Antarctic temperature and CO2 associated with obliquity over the past 720,000 years. Nature communications, 9(1), 961.

4Lee, H., Calvin, K., Dasgupta, D., Krinner, G., Mukherji, A., Thorne, P., … & Zommers, Z. (2023). Climate Change 2023: Synthesis Report. Contribution of Working Groups I, II and III to the Sixth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change.

5Friedlingstein, P., O’sullivan, M., Jones, M. W., Andrew, R. M., Gregor, L., Hauck, J., … & Zheng, B. (2022). Global carbon budget 2022. Earth System Science Data Discussions, 2022, 1-159.

*La Cátedra Emalcsa no se identifica necesariamente con las visiones expuestas por los autores de los artículos que publica. Nuestra intención es ser un medio para la difusión, el diálogo, el debate y el avance en el conocimiento.